Cuaderno de bitácora de 19 años.
Siempre que tenemos cambios en nuestra vida reflexionamos, nos hacemos preguntas, hacemos cambios, pero sinceramente si pudiéramos mirar en un cuaderno nuestras decisiones ¿son tan tajantes como creemos? ¿o es que tan sólo queremos hacernos creer que estamos cambiando?
En realidad miro atrás y veo cambios, pero en un circulo constante, que tan sólo se ha ido abriendo a otros, pero jamás he experimentado la sensación de un GRAN salto.
Estoy en una situación en la que mis neuronas creo que no han tenido tanto trabajo ni en sus noches en vela, todo confuso y extraño, ¿y todo porque?
Supongo que hay momentos en los que despiertas, el cuaderno de bitácora se acaba y no te queda más remedio que coger otro nuevo. Sabemos que al principio es excitante y desconocido, pero no queda más remedio, porque no hay nada que hacer con un cuaderno acabado.
El destino es así, callejones sin salida en los que no te queda más remedio que retroceder y llevar otro rumbo.
Y sinceramente pienso que es como el nuevo cuaderno que en un principio rechazamos pero que en el fondo queramos o no es nuestro destino y lo mejor es aceptar las cosas como ocurren, con toda nuestra valentía y coraje, porque si queramos que las cosas salgan bien, saldrán tarde o temprano, si sientes que flaqueas, que necesitas un abrazo de esos que te dejan sin respiración, que las escenas emotivas de películas te hacen ser fría, que escuchar una canción en la radio te hace llorar cual magdalena y que lo que más te gustaría hacer sería desaparecer con la persona ideal sin preocupaciones. No sientas que flaqueas, siente que estás vivo, más vivo que nunca. Que las desilusiones no te hagan desconfiar, te hagan aprender, que los errores no te hagan arrepentirte, te hagan ser tú mismo y seguir equivocándote.
Sigue escribiendo...
En realidad miro atrás y veo cambios, pero en un circulo constante, que tan sólo se ha ido abriendo a otros, pero jamás he experimentado la sensación de un GRAN salto.
Estoy en una situación en la que mis neuronas creo que no han tenido tanto trabajo ni en sus noches en vela, todo confuso y extraño, ¿y todo porque?
Supongo que hay momentos en los que despiertas, el cuaderno de bitácora se acaba y no te queda más remedio que coger otro nuevo. Sabemos que al principio es excitante y desconocido, pero no queda más remedio, porque no hay nada que hacer con un cuaderno acabado.
El destino es así, callejones sin salida en los que no te queda más remedio que retroceder y llevar otro rumbo.
Y sinceramente pienso que es como el nuevo cuaderno que en un principio rechazamos pero que en el fondo queramos o no es nuestro destino y lo mejor es aceptar las cosas como ocurren, con toda nuestra valentía y coraje, porque si queramos que las cosas salgan bien, saldrán tarde o temprano, si sientes que flaqueas, que necesitas un abrazo de esos que te dejan sin respiración, que las escenas emotivas de películas te hacen ser fría, que escuchar una canción en la radio te hace llorar cual magdalena y que lo que más te gustaría hacer sería desaparecer con la persona ideal sin preocupaciones. No sientas que flaqueas, siente que estás vivo, más vivo que nunca. Que las desilusiones no te hagan desconfiar, te hagan aprender, que los errores no te hagan arrepentirte, te hagan ser tú mismo y seguir equivocándote.
Sigue escribiendo...
Comentarios
Publicar un comentario