Bodegón de mis 21 años.

Bodegón de mis 21 años.

Se acerca el día de mi cumpleaños, como cada año, pero realmente algo ha cambiado.

Estoy aquí delante y realmente me doy cuenta de lo que verdaderamente importa, no es un lugar lujoso, si no un espacio donde te sientas tú, cómoda, con ganas de crear y apreciando esa brisa de aire fresco porque hay una ventana que puedes abrir, ahora valoro la gran suerte de tener lo que tengo.

Lo que más me importa a día de hoy no es hacer un día especial, sino marcar una etapa especial en mi vida.

Me quiero preparar para un salto del que pretendo estar muy orgullosa cuando mire hacia atrás.

Depender de mí y no del consumismo que nos hace dependientes del derroche, de la caducidad, del dinero...

Quiero no saber cuando caduca mi espinaca porque no tiene una etiqueta si no que procede de una huerta, no preocuparme de comprar albahaca porque cada vez que la necesite ahí estará mi maceta. Y además de cambiar mi alimentación cada día más, prescindir de los plásticos que inundan nuestras islas vírgenes.

Salvar vidas con simples actos, dejando de usar plásticos o de adquirir ropa a un coste muy alto para aquella gente que la fabrica.

Teniendo un consumo responsable de mi ropa podré crear una verdadera representación de mi y no adquiriendo una prenda temporal que se lleva, pero aunque realmente me guste alguna prenda, porque que coño claro que me pasa!, pensaré en los horrores que conlleva y si realmente estoy dispuesta a que eso me represente.

El cambio de crear y no comprar, de usar un jabones que no dañen esas aguas que nos hacen ser.

Hay tantas cosas por las que merece la pena luchar que tengo que empezar por algo, sino ¿qué me va a hacerme sentir viva?

Somos muy egoístas con nuestra propia madre, la que nos ha dado la vida a todos, ha creado los lugares más bellos, los animales y las plantas que nos dan tanta felicidad y nosotros ni lo respetamos, lo siento Naturaleza.