Anónimo
La sociedad nos dice, por tu bien, no te crees expectativas, no son buenas las expetativas, no es sano soñar con algo que creas en tu mente porque ese diseño perfecto de sociedad, de mundo, de trabajo, de metas en la vida, de objetivos, y sobretodo de personas, de realaciones humanas, dicen que eso nos lleva a una frustación que nos perturba por no conseguir eso que creamos en nuestra mente. La realidad, esos conceptos esas expectativas, existen, son inevitables, son el poder de la imaginación y que a veces va lejos y distorsiona la realidad y otras veces se queda pequeño porque la vida sorprende.
Fluir es esencial, y ese es el acto natural, pero siendo humanos, voy a hablar de como me he enamorado de una canción, bueno del artista también,
la canción es Cold Little Heart de Michael Kiwanuka, sólo os invito a que para entender mis palabras la escucheis de fondo.
Me encuentro en el patio, en la cama, en la calle, en el metro y me invita a cerrar los ojos, tocar mi alma con la música y crearme expectativas de una relación humana, una conexión profunda.
Me imagino a esa persona cogiendo mi mano, bailando toda la noche, en una habitación, en la playa, en un bosque, en un rio, en una cocina, al sol, bajo la lluvia y el frío pero sintiendo la energía de la conexión. Compartiendo, palabras, paz, vino, música, una tienda de campaña, un cuaderno, un libro, una guitarra, una manta, el entendimiento humano de sentirse identificado, querido, abrazado y especial.
A veces fluye que tu mente cree un mundo en el que sientes cosquillas con tus pensamientos.
Y me da igual si está mal, simplemente no lo puedo evitar.
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