Esta es Anne:

En la fría Islandia encontramos una pequeña cabañita en la que viven Anne y su familia.
Anne es una joven que se prepara para conseguir una soñada vida siendo violinista.
Tras años y años de preparación, a sus 19 años cada día en su memoria ha estado invadido por al menos tres horas de ensayos rigurosos para llegar al reconocimiento máximo.
Como todo con esfuerzo Anne ha llegado al momento que llevaba soñando tanto. Va a volar por todos los continentes en la gran Orquesta Sinfónica de Van Hill.
Al hacer la maleta, Anne se sienta en su pequeño colchón de lana mullida, comienza a oler ese cuarto húmedo por culpa de la combinación del deshielo y la madera,que cubre tejado y paredes, en plena primavera. Siente el calor en sus mejillas pálidas de los rayos que entran por esa sucia pero gran ventana.
Comienza a pensar que es lo necesario para emprender esta aventura.
En la maleta prestada pone con cuidado una sábana y varias mudas, algo que le había reiterado su abuela.
Alza la vista al mueble y ve aquel té que compró en Oxfort Street en el viaje de fin de curso, decide añadir ese sorbo de calidez por el buen recuerdo, más que por ese sabor que la amarga.
Añade unos pantalones cómodos y dos jerseys que tejió su hermano Dustin.
Ya con poco sitio recuerda el buen tiempo de otras ciudades para salir a correr, y hace hueco para unas mallas y zapatillas.
Al cerrar la puerta, un escalofrío se apodera de ella y un miedo a lo desconocido, que hace que baje las escaleras más lentamente que nunca y con cara de estar más entre los muertos que entre los vivos de su familia que esperaban pacientes a llevarla al aeropuerto.
En el coche Anne apenas respondía con monosílabos, y miraba por la ventana esas montañas insólitas. Ese lugar tan frío que ella sentía su hogar y que no volvería a ver en cinco años.
Continuará...

Comentarios

Entradas populares