
Me encantaría saber que es para vosotros viajar.
Hay una frase que me encanta y que define lo que pienso: El viaje comienza cuando empiezas a planearlo.

En el mundo interior de nuestros pensamientos nos pasamos las horas muertas viajando despiertos, por futuros posibles o alocados, sitios a los que quizá sólo viajemos con nuestra mente y lugares a los que nos encantaría volver.


Viajar es una acción en la continuidad del tiempo y eso es maravilloso, es un hecho atemporal, como los vaqueros. Nos concede la habilidad de ir hacia delante, mirar al pasado o disfrutar del momento.
Lo último personalmente me es más difícil, intento anclarme y parar el barco, pero sigue volando hacia delante.
Aunque cuando pasa el tiempo recuerde todo con añoro y amor.
Acabo de caer en la cuenta de que no he viajado a ningún lugar al que no volvería, y creo que la premisa es que salir de tu zona de confort es igual a adrenalina para tu cerebro.

El experimento social es una de las mejores maneras de disfrutar un viaje, conocer gente en ese lugar, que te transporte un desconocido puede llegar a sonar peligroso, que te den de comer en una casa, ir a pasear o simplemente confiar en un desconocido.

Todo lo que una típica familia te advertirá en miedos y peligros, son razones por las que amo viajar y por las que amé a Rosseau cuando leí la descripción del ser humano sincero y puro en el que confiar, es el replanteamiento que te haces cuando no todo lo desconocido es malo.
Todo es bueno hasta que se demuestre lo contrario, esa ley te hará más feliz cuando vuelas sin miedos.
Y siempre que escribo me doy cuenta de lo que mi cerebro piensa al final.
¿Viajar por lugares nuevos o por gente nueva?

Una razón por la que me parece muy lindo viajar sola es por conocer gente nueva, asique dependiendo de la situación elegiría una razón.
Mañana comienzo a planear un viaje que tengo muchas ganas de hacer, una semana en ROMA.
Esta vez voy acompañada, pero van a ser nuevas sensaciones en un lugar nuevo.
Mañana os escribiré sobre los planes.
Me ha traído buenos recuerdos leerte. Hace algún tiempo me preguntaron qué había aprendido del viaje en el cual conincidimos, yo le dije que Londres me había mostrado mucho, pero que durante los dos meses que estuve allí también me dejó entrever sus entrañas, y eso era mucho más de lo que podría haber visto en una vida. Visitamos el Londres monumental, el Londres abarrotado, el Londres más accesible, el más fácil; pero Londres, y cualquier sitio al que viajes, es tu compañía, Londres era vida en la calle, descubrir miradas entre los disfraces de su carnaval, cerveza de lata en un Saintsbury´s, bares, un hombre bajo la lluvia regalándonos un "Happy Monday" percutiendo su chelo en la puerta del metro. Viajar como bien señalas no es tener las miras cortas en el camino, quien sabe viajar sabe extraer qué pasos del baile tradicional incorporar en su camino, sabe acercarse a conversar con una persona y no con una raza. Viajar, se puede entender de la manera que deseemos, como una vía de escape, como la luz al final del túnel de un oportunidad laboral, como el pasto de amistad entre rumiantes de vida, como un concepto, como un negocio, como una filosofía... pero si te paras a extraer el jugo, a buscar coincidencias y protoaprendizajes; al fin y al cabo viajar es un viaje en sí mismo.
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